I
A mi hija muy querida
Fuente de unión y de paz
A mi hija muy muy linda
Crisol de Amor y de Luz
Dechado de entereza
De equilibrio y bondad

  II
A Chavelita, mi Reina
Hija con Amor tenaz
Que no se amilana nunca
Si la batalla ha de dar
Pues entregada está siempre
Al más alto ideal

  III
Hija perfecta y Amorosa
Como tú no he de encontrar
En este mundo imperfecto
Ni en el del mas allá
Pues Dios me la dio por hija
Sin copia ni aquí ni allá

IV
El molde en que EL la hizo
EL no quiso conservar
Pues con una es suficiente
Aquí y en el mas allá y
Su Amor derrama, pleno
En ella, para su Papá

V
Como pues he de Amar
A esta hija sin par
Que Dios me entregó un Ángel
Con las alas de cristal
Que se tornan de acero
Si ha pues de batallar y
Descendiendo a los infiernos
Perfectas conservará
Aunque con ellas o sin ellas
Igual se retornará

VI
Perdóname Padre mío
Si no te he sabido cuidar
A este ser tan Amoroso
A este Ser tan Especial
Tan diligente y capaz
Pues las rosas sin espinas
Son difíciles de hallar y
Ya uno, por costumbre
Con guantes a de tomar y
Con tijera cortante
Su talle a de cortar
Si exhibirlas quisiera o
Ante el mundo mostrar

VII
Muy distinto es el caso
De este ser angelical
Que de seda viste, impoluta
Nívea mano que ha de dar
Más por dentro de la seda
El puño de acero ha de brillar
Pues NO ES BLANDENGUE MI NIÑA
NI BLANDENGUE SU PAPÁ!!!


(Jesús Alberto Peñaranda Chadid)
Playa Parguito, 3 / 07 / 2006
Isla de Margarita, Venezuela