Los aguiluchos del Maestro

(Ejercitando las Alas para el vuelo Interno)

I
No Puede nadie, mi niña
Acompañarte, sincero
En el camino Interno
Donde se cimenta el Alma
Trepando sobre la mente
Dominando lo incierto

II
Nadie más que tu Maestro
Te observa, desde adentro y
En mirada Amorosa
Pero rápida y certera
Como Águila rasante
Protege a sus chicuelos

III
Por mucho que parezca distante
Cubre la distancia, rauda
Pues su vista, aguzada
No te quita la mirada
Por muy que te parezca lejos
El lugar en que se halla
Disfrutando de los vientos
Que cálidos y ascendentes
Ayudan A elevar lo Interno

IV
Aguza pues el ingenio y
Comprende el momento
En que en aparente soledad te hallas
Pues no existe la soledad
Si no es para disfrutar
De el Silencio Interno
Lo cual cimenta la mente
Desmalezando el camino
Del auto control del cuerpo

V
Aparente es el momento
En que se siente el Silencio
Pues allí espera Dios
Sin el manido argumento
A que regreses adentro
Disfrutando de la vida
Sin olvidarte de EL
Quien es el que da Sustento
Tanto al Alma como al cuerpo

VI
No Puede nadie, mi niña
Acompañarte, sincero
En el camino Interno
Donde se cimenta el Alma
Trepando sobre la mente
Dominando lo incierto

VII
Nadie más que tu Maestro
Te observa, desde adentro y
En mirada Amorosa
Pero rápida y certera
Como Águila rasante
Protege a su aguilucha
Mientras fortalece Alas
Para volar entre tormentas o
Cuando el aire esta enrarecido y quieto

VIII
No estás sola, mi niña
Te protege este Padre
El Maestro desde adentro
Que cual Águila al hijuelo
No le quita la mirada
Aunque parezca estar lejos

IX
Mira tú que las tormentas
Superas con el ágil vuelo
Eres pues Hija de Águila
TÚ REINO ES Y SERA EL CIELO
LAS CUMBRES MÁS ELEVADAS
DONDE EL AIRE ES PURO Y FRESCO Y
LA RADIANCIA DEL SOL
AL TORNASOL DE TUS ALAS
EXTRAE IRIDISCENTES
COLORES QUE DESDE LEJOS
ENVIDIA SON DE LOS SERES
QUE MUY ABAJO, RASTREROS
DESEAN ES PARA SI
SIN EJERCITAR LAS ALAS
EN LOS CAMINOS INTERNOS
ANTES DE EMPRENDER VUELO
DOMINANDO, DESDE LO ALTO
LO QUE PARECE IMPOSIBLE
CUANDO ATADOS ESTAN
A LAS RAMAS, QUE EN EL SUELO
LES ALEJAN DE LA GLORIA
DE VOLAR, LIBRES, INMENSOS
ENTRE LOS REINOS INTERNOS


Jesús El-Hari Peñaranda Chadid
Sincelejo, 25/1/2013, a las 2:37AM
República de Colombia


Después de un día
De recorrer, placido y ensimismado
Las inmensas sabanas del estado Sucre
Donde el Noble Cebú y el brahmán crecen
Junto al Pardo suizo y
En donde los abrevaderos son
Como espejos que reflejan
La inmensidad del cielo
Extendiendo la Sabana Sucreña
Hasta el cielo
Pues no hay horizontes en la distancia
Ya que la tierra y el azul del cielo
Se funden en uno solo
Desdibujando los límites
Quitando a la mente los frenos
Permitiéndome soñar
Con los reinos que un día
También entrevió mi Abuelo
Cuando entrego su sudor y su esfuerzo
Al desarrollo de este pueblo
Dejando, en ofrenda sacra
Depositados sus huesos
En este Bello y Sagrado Templo
Pues en las Sabanas de Sucre
En su inmensidad infinita
El Sucreño ve a Dios
El Sucreño ve al cielo