La España y la gesta Americana

Llegó el blanco arrogante
A costas Americanas
En una mano la cruz y
En la otra la espada
Ató nuestra libre tierra
Cuando clavó su bandera y
Con gritos prepotentes
Posesión tomó de ella

  La ofreció a un español
Que nunca estuvo en ella
Con todo lo que contiene
Mas sus bravos y sus bellas
Paseó ansiosa mirada
Como las aves de presa
Que se ciernen en lo alto y
Arremeten violentas

  Su bota holló la tierra
En todas las direcciones
El acero por delante
Tasajeando en el avance
Destrozando pechos
De guerreros bravos y
Todos estos pueblos
Fueron sus esclavos
Cual si por ser indios
No fuesen humanos

  El cántaro roto
La mujer tomada
El hijo esclavo
De grandes de España
Las tierras cercadas
La casa de palma
El oro nativo
En arcas de España

  Se llevaron todo
Menos el dorado
Que sus torpes ojos
Nunca encontraron
Buscaron en cuevas
Por montes y valles
Pero nunca hallaron
El Alma de América

  Y llegó el tiempo
Pasados los años
Oxidado el yugo
Floreando el cacao
Despertó el indio
Le apoyó el mantuano y
Todos unidos
Armaron la mano

  El rey mandó barcos
De hombres cargados
Bloqueó el comercio
Malpagó el cacao
Levantaron piras
Para los alzados y
La inquisición hizo sus estragos

  Espadas en mano y
Cruz en el pecho
Vieron los nativos
En los tribunales y
Juez con capucha y
Fraile al acecho
De vidas y riquezas
Nos han despojado

  Murieron por cientos
Murieron por miles
Mataron millones
Queriendo con ello
Parar lo imposible

  Las gargantas indias
Exclaman a coro
"morir por la patria!
¡Morir por los hijos!
¡Morir por las hembras!
¡Morir por ser libres!
¡Morir como hombres!
¡Nunca arrodillados!

  E reagrupa el pueblo
Liderazgo tiene
En Santiago de León
De Caracas, a Bolívar
A Páez, el centauro
En los llanos

Visión de Bolívar
Ardor de centauro
Corran españoles
Corran mercenarios
Móntense en sus barcos
Cual ratas cobardes
O dejen la vida
Bajo nuestros briosos caballos y
Sus terribles cascos


Jesús A Peñaranda Chadid
Caracas, 4/9/1.979