

I
Santa Teresa de Jesús y
El pobre Jesús Alberto
Una Devota y un tonto
Por nombre solo tienen
El nombre del Gran Maestro y
La pasión de hacerle versos;
Esta muy febril pasión y
El Amor con que la viven
Hace a Dios ser su cautivo y
A ellos, de ÉL, prisioneros
II
Viviendo fuera de mí
Es muy grande el apego
Mas viviendo en mi Señor
Muriendo estoy a ese sueño
Que así ÉL me libera
De las cadenas, el fierro
Que a mi mente magullan
Volviéndome guerrero fiero y
Así vivo en mi Señor
ÉL me quiso para sí y
Yo, sin lamento, desfallezco
Solo al oír su voz
Naam, Divino sustento
III
Que larga es esta vida
Que duro este destierro
Pues aún siéndome ordenado
Estar aquí es un tormento y
Solo de esperar salida
Tu orden, la del regreso
Mi Alma se deleita
Aunque aquí esté sufriendo
IV
Quítame Padre, esta carga
Más pesada que el acero
Me causa dolor muy fiero
Mi pena se torna larga
Mi Alma, un continuo lamento
Ven, no te tardes, te espero…
V
Mira que el Amor es fuerte
Si persiste en el lamento
Pues por quererte me pierdo y
Por Remembranza te tengo
Venga ya la dulce muerte
El morir venga ligero
Sus mieles he degustado
Acompañando mi muerte
Que es a mi cruz que subo
Sudando, diariamente y
En mi Gólgota mi cáliz
Apuro alegremente
Pues entre mieles y hieles
Ambos dos me son placeres
Si a ti complacen, Padre
Mis hoy como mis ayeres
VI
Mira que a Teresa tienes
En un pedestal eterno
En cambio al Pobre Jesús
Aquí lo tienes sufriendo
Apiadate, pues, mi Padre
Del Pobre Jesús Alberto y
Mientras que lo recoges
Dale el Pan, el Sustento
Tu dulce Naam Eterno…
Playa Parguito,22/6/2004
Isla de Margarita, República Bolivariana de Venezuela