ANTOLOGÍA DE LA POESÍA COLOMBIANA

Raúl Gómez Jattin
(1945 - 1997)

El Dios que Adoro

Soy un dios en mi pueblo y mi valle
No porque me adoren Sino porque yo lo hago
Porque me inclino ante quien me regala
unas granadillas o una sonrisa de su heredad
O porque voy donde sus habitantes recios
a mendigar una moneda o una camisa y me la dan
Porque vigilo el cielo con ojos de gavilán
y lo nombro en mis versos Porque soy solo
Porque dormí siete meses en una mecedora
y cinco en las aceras de una ciudad
Porque a la riqueza miro de perfil
mas no con odio. Porque amo a quien ama
Porque sé cultivar naranjos y vegetales
aún en la canícula. Porque tengo un compadre
a quien le bauticé todos los hijos y el matrimonio
Porque no soy bueno de una manera conocida
Porque no defendí el capital siendo abogado
Porque amo los pájaros y la lluvia y su intemperie
que me lava el alma Porque nací en mayo
Porque sé dar una trompada al amigo ladrón
Porque mi madre me abandonó cuando precisamente
más la necesitaba Porque cuando estoy enfermo
voy al hospital de caridad Porque sobre todo
respeto sólo al que lo hace conmigo Al que trabaja
cada día un pan amargo y solitario y disputado
como estos versos míos que le robo a la muerte.



Me Defiendo

Antes de devorarle su entraña pensativa
Antes de ofenderlo de gesto y de palabra
Antes de derribarlo
Valorad al loco
Su indiscutible propensión a la poesía
Su árbol que le crece por la boca
con raíces enredadas en el cielo.
El nos representa ante el mundo
con su sensibilidad dolorosa como un parto.



Conjuro

Los habitantes de mi aldea
dicen que soy un hombre
despreciable y peligroso
Y no andan muy equivocados
Despreciable y peligroso
Eso ha hecho de mí la poesía y el amor
Señores habitantes
Tranquilos
que sólo a mí
suelo hacer daño.