(Y me dijo el Señor Dios)
I
De cierto, de cierto os digo
Que aquel noventa y tres
Noventa y tres por ciento
Me complace en grado sumo
Al igual que al Padre Eterno
Pues gusta el trabajo al Pastor
Como la lluvia a lo seco
Quien con su flauta tan dulce
Atrae, como el néctar
A la laboriosa abeja
Así como a mis ovejas
Una verde y fresca brizna
De la muy humilde hierba
Que en los campos del Señor
Se ha plantado para ellas
II
De cierto, de cierto os digo
Que aquel siete por ciento
No me preocupa a mí
Como tampoco a mi Padre
Aquel Señor de las Almas
A quien sirvo muy contento
Pues a ellas ya tenemos
El aquel redil interno
En donde son satisfechas
Sus pocas necesidades
Siendo pues una de ellas
La Oración en Silencio
En aquel Silencio Interno
Donde vamos, reverentes
Ante el Padre Eterno
III
Ellas, el siete por ciento
A diario enceguecen
Bajo el Brillo Divino
De la mirada Fulgente
Quien, encegueciendo enciende
La mirada a lo Interno
Alumbrando así el camino
De esos Internos Senderos
Que por alamedas nos llevan
Por el Camino del Medio
Entre coros y Arcángeles y
Algunos Angelitos negros
Pues el Padre, de colores
Bien surtido tiene el cielo
Pues no siempre es bueno lo blanco
Ni siempre malo es lo negro
IV
Recuerda, Mi Primo Hermano
Que por HERMANO te tengo y
Por algo tu y yo
En esta tierra estamos y
Es para tratar aquí
De dejar el ¨tu¨ y el ¨yo¨
Así como el Padre pudo
A través de aquel cantor
Lograr que ese gran pintor
Pintara Angelitos Negros
Logrando, con puro Amor
Pinceladas luminosas
Pues es suyo el Resplandor
El Amor y toda Gloria
Por lo que es Puro el Negro
Si el Blanco con Pureza
Mira siempre con Amor
Toda la Naturaleza
Pues el Padre es de ella
Creador-Sustentador
Señor de toda Grandeza
Jesús Alberto Peñaranda Chadid
Playa Parguito, 27/5/2009