Solo si somos hipocritas...

I
Si nosotros, debido a nuestra separación del Señor
Cometemos algunos pecados, "pecaditos"
Y los escondemos, los ocultamos
Para que los demás crean que somos "buenos"
Muy "elevados", "perfectos".
Si somos hipócritas, ellos, el mundo, nuestros Hnos.
Al descubrirnos, nos tendrán en sus manos, ya que:
"Solo si somos hipócritas, ellos podrán dominarnos".

II
Si por el contrario, con la Gracia del Maestro
Por la Misericordia del Poder Maestro, Ajaib
Actuando en nosotros, podemos reconocer
(Para nosotros mismos)
Que no somos "tan buenos"
"Tan elevados", "tan perfectos"
Que no somos "un dechado de virtudes"
Como queremos aparentar que somos
Entonces ellos, los hipócritas
No nos tendrán nunca en sus manos, ya que:
"Solo si somos hipócritas, ellos podrán dominarnos".

III
Si el Maestro nos puso en el Sendero
Y recibiéndonos en su familia
Él nos llevó al campo de batalla
Y tratándonos como a sus propios hijos
Nos dio lugar preeminente, a su lado
Dándonos permanente apoyo
Derramando Gracia y Misericordia a raudales
Entonces nadie podrá derrotarnos
Ya que si batallamos duramente
A cada respiración, a cada segundo
Minuto a minuto, hora a hora
Día a día, año tras año
Entonces nadie nos tendrá en sus manos, ya que:
"Solo si somos hipócritas, ellos podrán dominarnos".

IV
Si logramos entender
Con la Gracia y Misericordia del Maestro
Que somos Almas, Jivas atrapados
En el juego de la mente, de la ilusión, de maya
Entonces batallaremos duramente, sin descanso
Respiración tras respiración
Y protegiéndonos con el escudo del Simran
Nuestra espada del Naam flameará, refulgente
Y el divino sonido, la voz de Dios en ella,
Ella
Pondrá en desbandada a nuestros cinco enemigos
Y entonces nadie nos tendrá en sus manos, ya que:
"Solo si somos hipócritas, ellos podrán dominarnos".

V
Cuando en nuestro sufrimiento por la separación
La ansiedad ya sea intolerable
Por su permanente remembranza
Él aparece a través de ese diamante iridiscente del llanto
Y nuestro dolor se tornará en alegría
Alegría no comprendida por más nadie
Sino por el Amante y el Amado.
Es entonces cuando nos percatamos
Que ya nadie nos tiene, más nunca, en sus manos, ya que:
"Solo si somos hipócritas, ellos podrán dominarnos".

VI
Es pues la auto-desnudez
ante el Dios-Maestro
la que nos salva de la rueda
del infierno
de los cielos
de nuestros deseos
y nuestros anhelos
dejándonos solos
sin traje, sin hipocresía
sin recubrimientos
dejándonos solos
con Dios-nuestro Maestro
como en el primer momento
cuando El dijo: ¡ Sea !
¡ Y fué !


Playa Parguito, 9/9/1999
Isla de Margarita, Venezuela